lunes, 11 de febrero de 2019

La prueba del vestido y la deconstrucción

​​Ayer fui a probarme por primera vez vestido de novia.

Con la ilusión enorme de pensar que sería algo así como en la tele, donde hay vestidos a montones y para todos los cuerpos...

 Lo que debería haber sido hermoso, fue un momento recontra choto de intentar entrar en un vestido que claramente no me quedó bien porque ni cerca de ser mí talle, pero eran los únicos talles.

Bajo la mirada de una desconocida que me decía "claramente igual es para que te hagas a medida" mientras sentía que juzgaba mi cuerpo cada vez que me puso un vestido por arriba porque por abajo no subía porque muslos y cadera, "No, igual el problema no es la altura" dijo sobre el vestido que  no quedaba con el largo exacto "es que no le baja toda la tela, imagínate que las modelos son altas como ella".
Hoy tengo pavor de ir a probarme otro vestido, tengo miles de ateliers para ir a ver, pero tengo miedo que sea igual. Que ante la próxima persona que me asesore pase lo mismo, volver a desnudarme y sentir que no valgo nada. Putos estereotipos... Si mí cuerpo no es ni el 1% de la persona que soy, si es solo el envase, ¿Por qué estoy tan perseguida? ¿Por qué ahora cuando veo vestidos solo noto que las mujeres de las fotos tienen un cuerpo distinto al mío y eso inmediatamente me lleva a creer que ahí no habrá talle para mi? ¿Por qué inmediatamente juzgo cada aspecto de mi vida y le resto importancia a mis logros pura y exclusivamente porque en un lugar, los vestidos no eran para mi?

Intento salir de este círculo vicioso, elijo mí próximo atelier y al llegar al momento del "contacto" me freno. Y vuelvo otra vez, ¿Para qué intentarlo si seguro pasa lo mismo?
Cómo salir de esto es lo que queda en veremos. Ojalá pudiera verme como me ven las personas que me quieren, ojalá pudiera creerlo realmente en vez de esconderme atrás de una falsa confianza.
No sé con quien hablarlo, me siento juzgada, mirada con condescendencia, incomprendida (y aún así se que me entendería mucha gente)

Me voy a casar con el hombre que elegí, que amo y que me ama, así como soy. Aún así, entendiendo que tengo la suerte de tener un compañero incondicional que me apoya y me acompaña, solo me puedo enfocar en que un diseñador, con mucho nombre y pocos vestidos en muestra, no tenía vestido para mí.

La rebelión estaría en no dejarme amedrentar por esa situación. Lo sé. Vestidos hay miles, es posible hacerlo a medida, no es el fin del mundo, de hecho es el inicio, pero aún así me paralizó.

Mañana será otro día. El próximo atelier tendrá (o no) la posibilidad de demostrar que las cosas son distintas. Y si no, el siguiente, y así sucesivamente hasta que finalmente encuentre ese vestido que haga que me caigan lágrimas pero de felicidad.

jueves, 10 de mayo de 2018

Sin Sentido II

Pienso y me dejo ir
navegando despacio,
en mi canoa,
en mi castillo inflable
de muros fragiles
pero muros al fin.
Y asi voy flotando.
Alguna vez desinfle los muros
y abrí la puerta.
Alguna vez dejé entrar.
Pero cada vez que entraron,
algo me faltó,
algo se filtró,
algo se usó en mi contra
Y otra vez la inseguridad
-maldita inseguridad-
se apodera de todo alrededor y me juzga
y me mira desde arriba,
me apura a inflar de nuevo
para poder una vez mas ser como soy
sin que nadie, absolutamente nadie,
pueda verme
o sentirme
o escuchar como me rompo.
Pienso y de a poco
me voy sumergiendo en mis dudas,
en mis inseguridades,
en mis comparaciones sin sentido.
Todo navegando
en mi canoa,
en mi castillo inflable
de muros fragiles,
pero muros
al fin
en fin
el fin.

martes, 6 de marzo de 2018

Desnuda en el desorden

Tengo caos en el cerebro, en la casa, en prácticamente todos los aspectos de mi vida. Tengo un corazón todo desprolijo, que además es inestable y ante la primera sacudida tiembla y duda.
Tengo tanto adentro que no se manejar que sacarlo sin romper todo lo que construí parece imposible.

Hay tanta gente a mi alrededor, tantas cosas, tantas ideas que me van comiendo de a poco el cerebro. Hay tantas contradicciones entre lo que pienso y lo que siento, entre la teoría y la práctica.

Creo que hace unos años ya había sido planteado que en no vivo sola en mi interior, que hay dos o tal vez tres versiones contrapuestas, que intentan vivir juntas pero que no siempre pueden.
Y la autosuficiente se agarra con la dependiente para ver realmente cuanto valen los éxitos, y en el medio el autoestima como balanza, que por algún motivo pierde en todos lados.
Entonces se ponen de acuerdo y fantasean con una vida distinta, porque cambiar hay que cambiar, y si no acordamos dónde esta el problema, que todo sea distinto. Y ahí yo, que soy el cuerpo, me pongo firme. NO. Hay cosas que no se negocian.

Y otra vez el ciclo. "Déjate de joder, esto no es lo importante", suficiencia, me como el mundo, me empodero, salgo a la calle, cosecho pequeños logros, me miro en el espejo y caigo. Y el puto espejo me baja, las minas mas lindas y exitosas son las otras, ¿quien podría desearte como mujer?, tus éxitos no son nada, cuantas otras logran lo mismo y lo hacen sin bajarse de los tacos.

BASTA. No soy esto (si lo sos) a patear el tablero, a revolear todo, golpeemos, rompamos esquemas, rompamos todo, desnudemonos.

Y entonces vos me preguntas ¿por qué estás sentada desnuda en el desorden?

domingo, 1 de febrero de 2015

Inicios felices (o "Me enamoré otra vez")

Tengo esa manía de necesitar expresarme aún cuando no es necesario. Es difícil de entender, pero soy así, introvertida y extrovertida a la vez.
Vuelvo a sentir una felicidad que no tenía hacia tiempo y debo compartirlo. Para los que lo esperaban con ansias y para los que creyeron que no llegaría -y fueron parte levemente de la infelicidad previa.
El punto es que llegó un día que no esperaba existiera. Ese día donde al decir las palabras de la muerte (para referencias sobre ellas, buscar el texto "Palabras fantasmas" más atrás) el receptor no huyera despavorido.
Finalmente entonces me empiezo a abrir, lo cual me da pavor, pues mi pasado me condena y así lo hacen mis fantasmas... ¿Por que no habría de hacerlo él?  Pero lo hago, y sigue ahí, sin correr, abriéndose tal vez conmigo. Y me mira y lo miro y lo quiero.
Si.
Lo quiero.
Wow. Que fuerte decirlo -o escribirlo- públicamente. A él que apareció cuando menos lo esperaba y donde menos pensaba. Que en poco tiempo cambio mi cabeza y me hizo bajar revoluciones.
Y si, resulta que lo quiero y dice quererme. Resulta que me estoy tomando las cosas con calma, o tratando... Ya sabemos que soy ansiosa, estoy aprendiendo a confiar y a no dejar que los fantasmas me persigan.
Aparentemente el me quiere así.
Y si... Tenia que escribirlo, porque necesitaba decirlo abiertamente, porque después de tanto cuento triste e historia de desamor mi querido lector, los inicios felices se festejan.

Y yo, que acá descargo, puedo decir me enamore otra vez.

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martes, 20 de enero de 2015

Innegable

Tenía la fuerza de mil hombres
y solo era uno.
Enfrente mío
parecía ganarle la batalla a la logica
que decía que no podía suceder.
Etilico
en exceso tal vez
que permitió la secuencia
que nos trajo acá.
Hoy ya es tarde
muy tarde
tal vez
para negar lo innegable
me desnudó sin resistencia
sin problema alguno
y yo caí
rendida y de rodillas
Está como ido
con el reflejo del sol
en la cara
lo veo
y me dejo llevar sin dudarlo.
El está ahí
estático
misterioso
Y me mira a los ojos y ve a través de mi.
Mientras tiemblo
Soy hojarasca
Que se quiebra
A cada paso
Y se convierte en polvo entre sus dedos.

martes, 13 de enero de 2015

Mario Benedetti - Viceversa

Tengo miedo de verte
Necesidad de verte
Esperanza de verte
Desazones de verte

Tengo ganas de hallarte
Preocupación de hallarte
Certidumbre de hallarte
Pobres dudas de hallarte

Tengo urgencia de oírte
Alegría de oírte
Buena suerte de oírte
Temores de oírte.

O sea
resumiendo
Estoy jodido
Y radiante
Quizás más lo primero
Que lo segundo
Y también
Viceversa.

lunes, 12 de enero de 2015

Palabras Prohibidas.

Prohibido,
Pensado,
Callado.
Son palabras que no salen de la boca,
brotan de los ojos.
No se puede.
Hay etiquetas y filtros, protocolo y ceremonial, 
de esas que no se explican en los libros.
Mute.
Mito.
Tradición oral, nadie sabe con certeza cuando inició,
o quién lo incitó.
Solo que no se puede.
Vivimos en censura constante
interna, externa, deseada o no. 
Y yo,
que soy rebelde, me rehuso.
Empiezo a sentir que me broto por callar,
y los ofidios delatan.
Pero yo, 
que soy conflicto, tengo miedo.
Porque el pasado me condena
por la historia, y por sus muertos
por los heridos y las guerras.
Entonces, leitmotiv
regresa la lucha,
las dos verdades. 
Molesta sin duda, la duda
incomoda el sentir
la comodidad desestabilizada.
Intriga,
emoción.
Pero silencio estampa.
porque ya sabemos
las palabras
que se filtran
que se sienten
o no
son palabras prohibidas.