Tengo caos en el cerebro, en la casa, en prácticamente todos los aspectos de mi vida. Tengo un corazón todo desprolijo, que además es inestable y ante la primera sacudida tiembla y duda.
Tengo tanto adentro que no se manejar que sacarlo sin romper todo lo que construí parece imposible.
Hay tanta gente a mi alrededor, tantas cosas, tantas ideas que me van comiendo de a poco el cerebro. Hay tantas contradicciones entre lo que pienso y lo que siento, entre la teoría y la práctica.
Creo que hace unos años ya había sido planteado que en no vivo sola en mi interior, que hay dos o tal vez tres versiones contrapuestas, que intentan vivir juntas pero que no siempre pueden.
Y la autosuficiente se agarra con la dependiente para ver realmente cuanto valen los éxitos, y en el medio el autoestima como balanza, que por algún motivo pierde en todos lados.
Entonces se ponen de acuerdo y fantasean con una vida distinta, porque cambiar hay que cambiar, y si no acordamos dónde esta el problema, que todo sea distinto. Y ahí yo, que soy el cuerpo, me pongo firme. NO. Hay cosas que no se negocian.
Y otra vez el ciclo. "Déjate de joder, esto no es lo importante", suficiencia, me como el mundo, me empodero, salgo a la calle, cosecho pequeños logros, me miro en el espejo y caigo. Y el puto espejo me baja, las minas mas lindas y exitosas son las otras, ¿quien podría desearte como mujer?, tus éxitos no son nada, cuantas otras logran lo mismo y lo hacen sin bajarse de los tacos.
BASTA. No soy esto (si lo sos) a patear el tablero, a revolear todo, golpeemos, rompamos esquemas, rompamos todo, desnudemonos.
Y entonces vos me preguntas ¿por qué estás sentada desnuda en el desorden?