Pienso y me dejo ir
navegando despacio,
en mi canoa,
en mi castillo inflable
de muros fragiles
pero muros al fin.
Y asi voy flotando.
Alguna vez desinfle los muros
y abrí la puerta.
Alguna vez dejé entrar.
Pero cada vez que entraron,
algo me faltó,
algo se filtró,
algo se usó en mi contra
Y otra vez la inseguridad
-maldita inseguridad-
se apodera de todo alrededor y me juzga
y me mira desde arriba,
me apura a inflar de nuevo
para poder una vez mas ser como soy
sin que nadie, absolutamente nadie,
pueda verme
o sentirme
o escuchar como me rompo.
Pienso y de a poco
me voy sumergiendo en mis dudas,
en mis inseguridades,
en mis comparaciones sin sentido.
Todo navegando
en mi canoa,
en mi castillo inflable
de muros fragiles,
pero muros
al fin
en fin
el fin.