Son muchas las veces en las cuales las palabras se me atoran en la garganta, sin embargo me estorba ya las ganas de escupirlo, las ganas de decirlo, es un ataque de verborragia escrita.
Paradoja.
con mis ojos de perro enfermo, de perro perdido, que ya no se queja para no perder, te miro decirme cosas que ninguna cree, que suenan tan bien como se ven las burbujas, y como ellas se revientan al instante, irreales.
No, no es cierto que extrañas, que sufres, que duele, es cierto que cambiamos pero quien perdió más no soy yo.
Hice un voto de silencio, ya no voy a decir nada, hasta que lo haga, porque es simple.
Verás, mi pureza hará que nunca tenga que elegir entre verdades y mentiras, entre amores y odios, entre dinero y ¿afecto?, ya no habrán decisiones erroneas, solo silencios.
¿para que hablar cuando un Dolce y Gabbana opacan una opinión? conozcamos parís, conozcamos Tel Aviv con esto que sale de adentro mío, nunca podremos ir juntas pues sabes que me falta y que tengo, pero si te imaginaras... yo nunca necesité eso y creí lo mismo de vos...
error..
ya no mas
silencio
perdon
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