Trabajando después de hora para terminar con el archivo entero, decido dar un respiro a mi cerebro que desde anoche no para de quemarme la cabeza. Entro a la red social, veo la felicidad de las fiestas, la música, la gente. Pero una foto en particular me genera la necesidad de parar, de respirar profundo y prestar atención. Ahí estaba, rubia, simpática, con los rasgos de la familia, salvo los que heredé yo -vale aclarar que de todo el rebaño rubio dorado, yo soy hija de la morocha con celeste océano. Allí estaba sonriendo una criatura que comparte mi sangre y que nunca conocí por avaricia ajena. Allí estaba sentada mirándome y trayendo a mi mente esa charla "Pase lo que pase queremos que seas parte de la vida de este bebé" palabras vacías resultaron.
El tiempo pasó y yo lo dejé de lado como una anécdota más, olvidando que era realmente real. Y hoy, justo hoy que mi cabeza no puede manejar más información, aparece desde un sillón y abre la compuerta que hace que la catarata de pensamientos reprimidos caiga sobre mí.
Volvió a quemar esa sensación de soledad que estamos tratando de dejar de lado, apareció y me potenció las que recién están asomando, así fue que tuve que correr a vomitar en palabras lo que retuerce mi pecho. Soledad, leitmotiv nuevamente, soledad.
Posiblemente vuelva a bloquear lo que sucede, probablemente hasta la próxima vez, la existencia de esos rulos quedará como una anécdota. Posiblemente durante unos días yo siga trayendo a colación a una criatura que jamás sabrá que existió una morocha celeste océano que vivió fugaz y dejó dos ojos verde víbora que de la nada, mientras archivaba después de hora, fue tornando el verde en rojo, y la sequía en agua.
Pequeña alabanza a la incapacidad de expresión oral y a la introversion emocional. Striptease de las capas que cubren mi superficialidad para descargar todo lo que las apariencias no me permiten hacer en vivo. Espacio abierto a la identificación, al pensamiento, al conocimiento. Bienvenidos.
jueves, 26 de diciembre de 2013
sábado, 21 de diciembre de 2013
Palabras.
Palabras,
que en boca de cualquiera
se vuelan con el viento
son sílabas unidas con sentido
Son relleno de libros,
de cartas, de diccionarios.
Son de todos y de nadie,
son mías cuando yo las uso
y tuyas cuando te las doy
Son palabras
que al salir de tu boca
las palabras, tus palabras,
se clavan en mi piel como una espina.
Son palabras con peso propio
cargadas de emoción
de sentimientos.
Dos palabras
tal vez más con adjetivos,
que te digo o no,
que las siento
que las pienso
y que te regalo con los ojos
cuando ajusta la mordaza.
Corazón Coraza- Mario Benedetti
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
viernes, 20 de diciembre de 2013
Rechazo
Era casi la hora de arreglarse para salir, pero seguía en la cama aún desnuda después de la ducha. Como pasaba una vez cada tanto, el tiempo sola la llevaba a una introspección necesaria y muy temida. Era un día como tantos otros, un día de verano, de calor agobiante. Iba cambiando de posición en su desnudez para que el poco viento que tiraba el ventilador le llegara a las piernas. Así, entre todas las variantes que encontró, se sumergió en el pensamiento que la forzaba al desequilibrio para luego acomodarla.
Empezó con el sueño de la noche anterior, que le trajo de vuelta su último dolor, que volvía para generar una mezcla de paz y tristeza. Pasó por él, él que hace unos meses siempre esta ahí, por esas dudas, por los miedos, por la certeza del rechazo. Rechazo. Era esa la clave de la introspección.
El rechazo era el leitmotiv de la fecha, desde que abrió los ojos dejando atrás la resaca de un tequila de mala muerte, hasta el momento en que se metió en sus pensamientos. Desde el primer momento de soledad se sintió rara, con una presión que la tiraba para abajo, con ese acúmulo de llanto que no la dejaba respirar. Entendió que hacían ya 4 días de aquel rechazo que no había llegado a aceptar, recordó que no se había permitido el parate que requiere un duelo.
Siguio la linea de pensamiento y lo trajo a él, que no le dió jamás motivo para querer, pero tampoco para sufrir. Ella se enroscó como de costumbre en creer que es imposible, que el rechazo era inminente. Ya eran 3 rechazos, todos cantándole al unísono y presionándo su cabeza bajo el agua.
No podía escaparse de ellos, llevaba ya una hora desde que se le evidenció el tema recurrente y seguía sin poder descargar esa tristeza, ella sabía que sin lograrlo no podría salir jamás
Decidió enfrentarse a ellos, aceptar que el sueño fue un recuerdo, que el duelo tomaría su tiempo y que aún no existía suficiente información para plantearse un plan de acción para con él.
Sabía que era un placebo, que sin llorar no se irían, pero al menos la pequeña aceptación le permitiría vestirse y correr a escaparse nuevamente.
Le puso un fin al tema, sabiendo que no estaba cerrado, apagó la Tv y determinó que era necesaria la máscara nuevamente. Respiró profundo, soltó unas lágrimas y se la ató bien fuerte. Así, vestida ya y enmascarada, salió de su casa a esperar un taxi con la ilusión de alcanzar el nirvana etílico que le deje irse de su mente por un rato.
martes, 3 de diciembre de 2013
Rutina diaria
Un cigarrillo en el balcón,
las hojas se mueven,
la gente anda por la calle.
Un rock de fondo,
un termo de mate.
Los pies sobre el piso frio,
un perro ladra y tapa a un pajaro que canta.
La ropa se seca,
el viento en la cara,
una pila de libros.
Luego el timbre suena
y me saca de la rutina del día.
domingo, 1 de diciembre de 2013
Colado
Así como quien no quiere la cosa,
sin que mi parte consciente lo note,
sin que pueda poner un freno,
o me concentre en algo más.
Así de repente
en mis momentos de aburrimiento
mi subconsciente va colando tu imagen
y de pronto, sin quererlo
solo quedás vos proyectado en la pantalla.
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