La puerta esta abierta,
aún así no encuentro la salida.
Soy invisible ante tantos ojos
¡Ayuda! grito
Ayuda...
y parecen sordas las paredes.
Me ven recorrer las calles
hablando
pero no me acompaña nadie.
Un nudo en el pecho hace eco
allí donde dicen esta el alma.
"Que lástima" dicen, "Que pena"
¡Ayuda! repito,
aún nada.
¡Aplausos! dicen que recobró la conciencia.
La multitud ovaciona y se embriaga,
corro siguiendo los festejos
pero cuando llego veo esfumarse frente a mi la muchedumbre.
Sola,
vuelvo a las sombras,
me acurruco en la esquina y me abrazo.
En un último intento
clamo ¡Ayuda!
y dejo consumir en llanto
lo que me quedaba de vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario