lunes, 7 de mayo de 2007

Del punto de vista masculino


Una hora basto para llevarme al extasis

mujer de perfectas curvas,
tus labios de rosa marchita me dijeron mil engaños
y yo te crei, tan ingenuamente, me sigues enamorando

tu mirada, lastimosa, que me sentenciaba aun siendo inocente
yo mismo, por ella, me declaraba culpable.
y las lagrimas que derramaste mujer,
tan saladas y amargas, que sobre mi pecho se desvanecían
hoy me entero que fueron falsas.
tantas veces quise rozarte el cuello con los labios para ver como te estremecías
tantas veces lo hice embebido de amor y de sueños contigo
que hoy, tan solo de verte, se vuelven pesadillas

ni tu sabes lo que quieres, si me quieres si me odias,
necesitas tenerme atado con ilusiones falsas de esas que roban el tiempo
el tiempo y el amor que me queda, que de a poco se escabulle por desuso

tu escencia que crei pura y mia,
esa que tenia en el pecho y que nunca olvidaba
es la misma que hoy me tiene acorralado y confundido
oscilando entre la vida y la muerte

dulce muerte, mi princesa, dormiria junto a ella
porque ella no te engaña, solo lleva
arrasa con todo silenciosa y permanente.

el final me llevará a alejarme, reina de mis noches,
de todo lo que construyes en mi, y de lo que en mi provocas
dormire entonces con las rosas y los jazmines,
esos mismos que te perfumaban el cabello y coloreaban tus labios

y ya no estaré a tus pies, oh no mujer de curvas peligrosas
ya ni tus ojos, ni tu pelo, ni tu boca, ni tu cintura
seran carceleros de este corazon, que merece ser libre
y mi espiritu vagara por los aires
alimentando mi psique voladora.




Solo quince minutos me llevan al infierno.

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